Salvador Pániker: »Intento asombrarme por cualquier cosa»

octubre 29, 2008 at 11:37 pm (Entrevistas) (, )

LA ENTREVISTA CON SALVADOR PÁNIKER, FILÓSOFO

Salvador Pániker: »Intento asombrarme por cualquier cosa»

Este hombre vitalista y polifacético afirma que, en la época actual de incertidumbre, intenta ver todo lo que ocurre como un milagro, y vivirlo a fondo

–Háganos, por favor, un diagnóstico de la época actual.
–Estamos en la era del hibridismo. Se puede ser a un tiempo anarquista y budista, homosexual y cristiano, ateo y místico, socialista y nacionalista. O puede haber un capitalismo y comunismo a la vez, como en China. Y, con esta crisis actual, vencerá el hibridismo. Será una mezcla de capitalismo y socialismo: eso salvará al sistema. La socialdemocracia está bien preparada, y prevalecerá.

–¿Hay más incertidumbre en esta época que en otras pasadas?
–Sí, porque es una época de relativismo. No hay verdades absolutas ni valores absolutos. Y los que se agarran a las verdades absolutas suelen ser fundamentalistas. Hay que avanzar en el sentido progresista y en el retrógrado.

–¿Qué quiere decir?
–Yo soy a la vez conservador y progresista. Así mantengo el equilibrio. Conservador no político, sino de volver a las raíces. Se trata de mantener el equilibrio con lo que yo llamo un suelo místico.

–¿Qué es lo místico?
–Para mí es una sonata de Bach, por ejemplo. También lo místico es una noche de luna llena. O una experiencia amorosa profunda.

–En su último dietario, publicado hace ya años, usted relacionaba lo místico con un buen whisky.
–Pero ahora ya no bebo.

–¿Y qué hace?
–Traer las experiencias místicas a lo cotidiano. Uno no tiene que tomar drogas para vivir experiencias místicas. A un maestro zen le preguntaron: «¿Qué es el zen?». Y él contestó: «Una nube en el cielo, agua en la jarra». Intento asombrarme por cualquier cosa, y vivirla a fondo.

–No es partidario de largos periodos ascéticos.
–La ascética, en un sentido genérico, corresponde a un periodo patriarcal muy machista, muy de la cultura del héroe que se sacrifica a sí mismo para realizar proezas. Yo quiero esas proezas al alcance de la mano. Como decía Whitman, todo es un milagro. Vamos a una cultura más femenina. El invento de la ascesis va a la baja. Vamos hacia un desarrollo sostenible y un equilibro saludable.

–A usted, sus enemigos le critican su ego. ¿Cómo convive con él?
–Lo miro desde fuera, desde lo que los hindús llaman la posición de testigo. Es como ver tu propia vida como una película. Te distancias.

–¿Y le gusta su película?
–La veo como la película de un hombre que ha sido relativamente afortunado. A pesar de que he sido golpeado duramente, he podido realizar unas cosas, mínimamente. Y, en lo que se refiere a la salud, no he sido muy bien tratado. Pero no me haga usted mucho caso.

–¿Por qué?
–Porque, cada vez que digo una cosa, al cabo de un minuto tengo tendencia a decir la contraria.

–Contaba que se ve como el protagonista de una película.
–Tengo una anécdota. A un hombre que empezó a meditar le preguntaron: «¿Cómo se siente usted después de la meditación?». Y él contestó: «Antes de meditar estaba yo muy deprimido. Y ahora sigo igual de deprimido, pero no me importa». Yo me veo desde fuera, y me relativizo.

–¿Se ha desecho del ego?
–Lo intento. Decía Jung que la primera parte de la vida la tenemos que dedicar a construir un ego fuerte, y la segunda a desprendernos de este ego. Si no hay ego, la misma muerte se diluye. En cambio, para el ego, la muerte es una catástrofe.

–En cierto modo, cuando meditamos, morimos.
–Exactamente. Y después resucitamos, para volver a morir.

–¿Le preocupa mucho su muerte?
–Yo con la muerte adopto la postura de un famoso jesuita. Decía que uno de los síntomas de que uno se está acercando a la sabiduría es que no le importa demasiado lo que va a ocurrir después de muerto. Pienso poco en la muerte. La menciono, porque es uno de los pocos hechos absolutos que hay en este mundo relativista, pero, personalmente, pienso poco en ella.

–¿Y qué tal su tercer ojo?
–Intento recuperarlo. Los antiguos tenían un sentido de lo sagrado que se ha perdido. Solo se ha conservado en el mundo estético y en las experiencias más profundas. Toda nuestra cultura conspira para que todo sea banal, trivial, pasajero y superficial.

–¿Tercer ojo y sexto sentido son lo mismo?
–Ese tercer ojo significa recuperar el ojo contemplativo. Es decir, la visión de la sacralidad del mundo. El animal metafísico es el que se asombra de un modo radical por todas las cosas. El tercer ojo es metafísico. La capacidad, como le decía, de asombrarse por cualquier cosa. Incluida esta conversación.

Fuente: El periodico

Enlace permanente Deja un comentario

Herminia Gomà: «Cada cual sabe más de sí mismo de lo que cree»

octubre 21, 2008 at 10:46 pm (Entrevistas) ()

21/10/2008 LA ENTREVISTA CON HERMINIA GOMÀ, PSICÓLOGA

Codirige el primer máster universitario –lo hace la UB– que trata el coaching, un método que guía a personas que, aun teniendo éxito, quieren sacar más sustancia a su vida.

JOAN CORTADELLAS

–¿Por qué en España no se denomina entrenamiento al coaching?
–Porque esto es más que un entrenamiento, y el coach es más que un entrenador. No es un amigo ni un psicoterapeuta ni un consejero. Es un compañero de camino que te ayuda a extraer lo mejor que tienes dentro.

–¿Un asesor, un consultor?
–No. Pondré una metáfora: imagina que estás en un bosque y te encuentras un hermoso caballo abandonado. Oscurece, y ves que el animal se está entreteniendo, con riesgo de pasar una mala noche, perdido. Yo, que soy coach, cojo una vara y le doy un golpecito diciendo: «Eh!, a casa. ¡Despierta!». No le indico hacia dónde ha de ir, porque no lo sé. Cada vez que se entretiene, vuelvo a hacer lo mismo. Horas después, llegamos a un caserón y sale un campesino gritando: «¡Gracias! ¿Cómo sabía que ésta es su casa?». Y le digo: «No lo sa- bía, solo lo he acompañado». Lo que no haré nunca es llevarlo a mi casa.

–¿Eso no es un psicoterapeuta?
–No. Quien hace una terapia psicológica necesita ordenar su pasado, va del presente al pasado. El coaching te ayuda a ir de donde estás ahora hacia el futuro, hacia el lugar donde siempre has soñado y querido estar.

–Muchos de sus clientes son personas que ya tienen éxito.
–Sí. Una parte muy importante son ejecutivos que han ascendido y deben empezar a hacer tareas de dirección de empresas. Personas muy buenas como ejecutivos a las que les falta destreza para dirigir a grupos.

–¿Les enseña a ser un líder?
–Lo primero que pretendemos es que logren su liderazgo personal. Para dirigir con éxito a otras personas, antes has de saber liderarte a ti mismo. Eso quiere decir cumplir los compromisos que adquieres contigo. Marcarte unos objetivos y hacer todo lo necesario para alcanzar esa meta, dentro de la ley. Si no eres capaz de eso, los demás lo verán y no tendrás autoridad moral.

–Lo verán poco honesto.
–Sí. Un ejemplo: reúnes un equipo de comerciales de tu compañía y les dices: «Los clientes son lo más importante, lo primero». Y, un día, llama un cliente por teléfono y, antes de descolgar, comentas a tu gente: «¡Ya está este pesado llamando otra vez!». ¿Qué credibilidad tendrás ante tu equipo? Deberás analizar qué impide que lo que dices sea creíble.

–¿Detrás de los grandes directivos españoles ya existe un coach?
–Detrás de muchos de los que han tenido éxito, sí. No de todos. El coaching, para empezar, es caro y las sesiones las acostumbra a pagar la compañía. Siempre se ha de aplicar de arriba abajo en la cadena de responsabilidad: el director general será el coach de su equipo, que imita, copia y aprende de lo que le llega y lo pasa a los siguientes. Eso genera compañías más inteligentes, amables y efectivas. A la larga, se traduce en mejores resultados económicos.

–¿Es un método para saber manipular mejor a las personas?
–Es un sistema para saber tratar mejor a las personas, y beneficia a jefes y empleados. Enseñamos cómo dejar de ser un jefe para ser un guía: una persona respetuosa, cooperadora, que te ayudará a que saques lo mejor que tienes, que no juzga pero acompaña. El que te dice: «Tú, que vales tanto para esto, ¿te gustaría hacerlo?», sin imponer. Entonces, hay menos absentismo laboral.

–¿Cómo se prepara un coach?
–Con otro coach, que ejerce una función que nadie más hace: la de espejo. Tu coach te devuelve, te repite en voz alta, lo que tú piensas y dices. Por ejemplo, yo ahora te hago una pregunta, tú me la respondes y yo te la retorno: repito tu respuesta. Resulta curioso oír en la voz de otro lo que acabas de decir. Se establece un diálogo transformador. Modificarás ideas y creencias, que son tuyas, pero, como nadie te las devuelve, no las conoces. ¿Quién se atreve a repetir al director general lo que dice, para que reflexione? Nadie.

–Para hacer eso, usted ha de conocer mucho a la otra persona.
–Yo no tengo por qué conocerla de nada. Haré que, a través de nuestra conversación, se citen las cosas que la otra persona sabe pero que, hasta que no le hago la pregunta clave, no sabía que sabía. Una pregunta ineludible en este proceso es: «¿Cuáles son tus fortalezas y tus debilidades?»

–Tal vez no lo sepa.
–Cada cual sabe de sí mismo más de lo que cree que sabe. Quien tiene la respuesta adecuada para cada persona es el propio interesado. A veces, no se hace las preguntas adecuadas.

–¿Qué perfil de clientes tiene?
–Muchos abogados, empresarios de la construcción, directivos del sector farmacéutico, artistas –pintores, escritores–, personas muy brillantes que no acaban de conseguir lo que se han propuesto. Están ofuscadas.

–¿Les enseña a ser más felices o más competitivos?
–Son sinónimos. Se trata de ser la mejor persona que cada cual puede llegar a ser. Y eso lo incluye todo.

Fuente: El periodico

Enlace permanente 1 comentario

Janet Bray Attwood: »El mundo es exactamente como tú eres»

octubre 15, 2008 at 9:00 pm (Entrevistas) (, )

LA ENTREVISTA CON JANET BRAY ATTWOOD, CONSULTORA

Desarrolla técnicas para mejorar la calidad de vida. Asegura que ha inventado un test que permite conseguir todo lo que uno desee

SANTIAGO BARTOLOMÉ

–Su libro tiene muchos puntos de conexión con el exitoso El secreto.
–Pero El secreto utiliza la ley de la atracción, y yo, la de la pasión. He logrado una fórmula para conseguir todo aquello que desees.

–¿Ah, sí?
–Sí. Se puede resumir en estas palabras: intención, acción y no tensión. Intención es de lo que se ocupa El secreto. A mí me interesa la atención.

–¿De qué se trata?
–Se trata de prestar atención a tu pasión. Y, entonces, vas directo como un rayo a tu objetivo.

–¿Qué es para usted una pasión?
–Aquello que te empuja a levantarte por las mañanas.

–El despertador.
–¡No! Me refiero a aquello que amas de verdad y que tal vez aún no has descubierto qué es.

–Pues qué suerte que pueda descubrirse a través de un simple test.
–Sin duda. En Estados Unidos, mi test figura en la lista de libros más vendidos del New York Times.

–Enhorabuena. ¿Qué claves llevan hacia una vida llena de pasión?
–En primer lugar, está el compromiso: hasta que no te comprometas, no ocurrirá nada por sí solo. El mundo y la gente te pedirán cada día que antepongas otras cosas a lo que realmente amas. Por eso es muy importante visualizar tus pasiones, comprometerte con ellas y aprender a decir no.

–Y usted, ¿cómo dice no?
–De forma amorosa. Por ejemplo: «Te agradezco mucho que me lo pidas, y ahora mismo no puedo hacerlo». Aquí es importante utilizar la conjunción y.

–¿Por qué?
–Porque y te conecta con la otra persona, mientras que pero te separa de ella.

–Háblenos de la atención.
–En la vida, obtendrás aquello a lo que prestas atención. Aquello en lo que piensas, incluso los pensamientos más sutiles, es lo que se manifiesta a tu alrededor. Por ejemplo, el pensamiento que tienes cuando alguien posee algo que tú deseas.

–Usted ha entrevistado a mucha gente con éxito y también a gente que está en la cárcel.
–El mecanismo es el mismo. Todos son iguales, pero consiguen resultados diferentes. El mundo es exactamente como tú eres. La gente, o bien piensa en aquello que ha escogido para centrar su vida, o bien centra su atención en aquello que no desea. Una persona sin hogar, por ejemplo, solo tiene en su mente pensamientos de falta, y acabará atrayendo más de aquello en lo que piensa. Es un círculo vicioso. No pienses en el problema: busca la solución.

–¿Tenemos un destino personal?
–Sí, totalmente.

–¿Tiene algo que ver con Dios?
–Llamémosle Dios, Naturaleza o Campo Unificado, es aquella energía superior a nosotros. Cuando estamos alineados con los poderes superiores, sabemos claramente lo que queremos y empezamos a situar nuestra atención hacia ello, nos convertimos en imanes apasionados. Aquello que amas y el deseo de Dios es uno y el mismo.

–¿Dónde lo ha aprendido usted?
–Hace años estaba trabajando en una empresa donde me sentía muy mal. No ganaba suficiente dinero, no era feliz y no había pasión. Entonces descubrí un seminario en San Francisco sobre los principios del éxito. Llamé al trabajo, mentí, dije que estaba enferma y me fui para allá. Conocí la experiencia de las 100 personas con más éxito de Estados Unidos y todos tenían algo en co- mún: sabían cuál era su pasión y vivían de ella. En ese momento, mi mundo se paró: «Si supiera cuál es mi pasión, sería como ellos», pensé.

–Háblenos de la no tensión.
–El secreto más profundo de la vida se revela en uno de los antiguos textos védicos de la India: «Sentado en el todo infinito, en un estado de calma, de paz interior, efectúa la acción». O sea, tenemos que actuar desde un estado de calma interior. Cuando la mente está en sosiego, recibes la inspiración.

–¿Y si estás nervioso?
–Lo mejor es detener la acción. Cuando estás preocupado, recibes la señal de que debes soltarte: es hora de descansar y tomártelo con calma. Tenemos que aprender a advertir los momentos en que nos sentimos expandidos o contraídos, para responder adecuadamente. Quien mejor ejemplifica el principio de distensión es un arquero.

–¿Por qué?
–Cuando ya ha tensado el arco, ¿qué hace exactamente? Aparta la flecha del arco, en dirección exactamente opuesta a la del objetivo. Para dar en el blanco, primero tenemos que retraernos, apartarnos del objetivo hasta crear un estado de alerta en reposo. Entonces lograremos lo que habíamos planeado.

Fuente: El periodico

Enlace permanente Deja un comentario

«Mente y materia son las dos caras de la misma moneda»

octubre 6, 2008 at 9:19 pm (Entrevistas) (, )

Fritjof Capra, doctor en Física Teórica, escritor científico dedicado a las ciencias de la vida
69 años. Nací en Viena y, desde hace 30 años, vivo en California. Soy profesor y activista medioambiental. Casado y con una hija. Urge un cambio profundo en las estructuras empresariales, de estilo de vida y tecnológicas si queremos sobrevivir. Estoy cerca del budismo

La actual crisis económica y de seguridad, el agotamiento de los recursos y el cambio climático son distintas facetas de la misma crisis: una crisis de percepción.

Algo hacemos mal, eso está claro.

Las grandes instituciones sociales, los líderes de empresa, los políticos, los profesores universitarios…, todos estamos fijados en una visión del mundo totalmente obsoleta en el marco de un mundo globalizado y en crecimiento poblacional.

Descríbame esa visión obsoleta…

Es una visión del mundo muy tecnicista y mecanicista que entiende el universo como una gran máquina formada por distintos elementos que funcionan conjuntamente. De la misma manera entiende el cuerpo humano como una máquina totalmente separada de la mente, y la evolución, como una lucha competitiva para conseguir la subsistencia.

Una visión muy fragmentaria.

No hay una solución para un problema, todo está íntimamente interconectado.

¿Cuál sería la mirada correcta?

Requiere otra manera de pensar que tenga en cuenta las relaciones, los contextos y los patrones, lo que en la ciencia se denomina pensamiento sistémico o ecológico. Existe un choque muy profundo entre nuestra creencia de que el crecimiento es ilimitado y el hecho de que nuestro planeta sea finito.

Una gran contradicción.

Y esto refleja también la dicotomía entre el pensamiento lineal y las previsiones de futuro que hacen nuestros economistas, y el carácter no lineal de la biosfera.

Usted va más allá, roza la espiritualidad al afirmar que todo es uno.

Cuando uno se pregunta cuál es la esencia de la vida espiritual y estudia las enseñanzas y las escrituras de los grandes místicos de todas las culturas, encuentra un denominador común: un sentido muy profundo que implica estar conectado con algo más grande que nosotros mismos, con un todo. Y esa es la perspectiva ecológica del mundo.

¿Qué tiene de científica esta visión?

La ciencia en el siglo XX ha experimentado un cambio de paradigma muy profundo en su visión del mundo. Nuestros conocimientos actuales nos llevan a ver el mundo material como una red de relaciones inseparables. Y en cuanto a la separación entre cuerpo y mente, hemos comprobado que cada célula individual es un sistema cognitivo vivo de por sí, conectado con todo lo demás.

¿Y eso qué implica?

Que la mente y la materia son las dos caras de la misma moneda. La mente es la cara de los procesos, y la materia, la de las estructuras. Y el planeta se entiende como un sistema vivo que se organiza y se regula a sí mismo.

La teoría de Gaia.

Exacto. Por tanto, esta visión espiritual de que nosotros formamos parte de un todo interrelacionado, y que este todo está vivo, tiene una base científica.

¿Cómo desde la física, disciplina alejada de cualquier creencia, llegó al taoísmo?

Los físicos hemos ido estudiando la materia cada vez en mayor profundidad, y hemos observado que cuando se llega al nivel atómico y subatómico, el lenguaje y las imágenes con las que nos encontramos ya no son puramente mecanicistas como en niveles mayores, observamos que existen una serie de patrones de energía y una red de interrelaciones constantes. Esa revolución científica es la que describo en El Tao de la física,y la comparo con la visión de los místicos orientales.

¿Visión aplicable a todas las disciplinas? A principios de 1930 se dio en Europa una etapa de diálogo muy profundo entre biólogos, psicólogos y ecólogos. Todos estudiaban sistemas vivos: individuos, sistemas sociales y sistemas ecológicos, y todos intentaban entender la naturaleza fundamental de la vida.

¿Y?

Fue así como se dieron cuenta de que para describir un sistema vivo es fundamental la relación que se establece entre las distintas partes de ese organismo. Tanto los físicos como los que se dedicaban a las ciencias de la vida llegaron a la misma conclusión: para analizar cualquier situación, necesitamos basarnos en las relaciones, los contextos y los procesos.

Entonces, ¿cuál es la actitud para remontar esta crisis?

Hay que atar cabos, ver cómo se interrelacionan todas las cosas porque no existen problemas aislados. Por ejemplo: que nosotros conduzcamos un determinado tipo de coche, que hagamos un uso concreto de la energía, significa que tendremos más emisiones de efecto invernadero.

… Y esas emisiones provocarán el calentamiento del planeta.

Sí, y a su vez, ese calentamiento hace que se deshiele un glaciar en Asia que provoca que los grandes ríos que salen del Himalaya, el río Amarillo y el río Ganges, se queden sin agua, lo que acaba en hambrunas. Por tanto, nuestras propias opciones individuales, nuestras decisiones, tienen implicaciones globales, todos somos responsables.

Tomo nota.

La buena noticia es que existen soluciones para muchos de los problemas del mundo actual, y muchas son sencillas: tenemos los conocimientos, disponemos de las tecnologías y de la capacidad financiera necesarias para conseguir una sociedad sostenible. Lo único que nos falta es la voluntad política.

Conexiones

Hace 30 años se trasladó a California y abandonó la física teórica para profundizar en las nuevas teorías que entienden el mundo y la materia como un entramado de relaciones y consecuencias. Fundador del Centre for Ecoliteracy de Berkeley, que promueve la ecología y los sistemas de pensamiento en la escuela, profesor del Schumacher College en Inglaterra, un centro internacional de estudios ecológicos, y autor de cinco superventas científicos como El Tao de la física,acaba de publicar La ciencia de Leonardo (Anagrama), donde reivindica al artista como el padre no reconocido de la ciencia moderna. Ha expuesto sus teorías en el ciclo En Ressonància, organizado por Caixa Catalunya y KRTU.

Fuente: La Vanguardia

Enlace permanente Deja un comentario

Antonio Valls: «El jefe siempre tiene más poder desmotivador»

octubre 1, 2008 at 8:09 am (Entrevistas) ()

Recomienda motivarse dotando de sentido el trabajo que hacemos, pero, si el entorno es hostil, no tiene dudas: lo mejor es cambiar de lugar de trabajo.

ALBERT BERTRAN
Antonio Valls. Foto: ALBERT BERTRAN
GASPAR HERNÀNDEZ

–¿Hasta qué punto un jefe nos puede motivar?
–El jefe siempre tiene más poder desmotivador que motivador. Un jefe puede ayudar a que estés motivado creando un contexto relativamente agradable en el lugar de trabajo, en lugar de ponértelo mal. Sin embargo, si te lo pone mal, vas a sufrir. Si estás en un contexto laboral correcto, tú ya te motivarás por ti mismo, aunque el trabajo no sea nada del otro mundo. En cambio, si el entorno es corrosivo, es imposible que te motives.

–¿Y qué recomienda?
–Irse de la empresa. Hace unos años, a la gente que no se llevaba bien con su jefe le recomendaba que tuviera paciencia. Hoy en día ya no pienso igual: si puedes, procura irte.

–Automotivación. ¿Qué es?
–Una habilidad que podemos desarrollar. Con ella podemos entusiasmarnos, estimular el deseo de hacer cosas y también de estar contentos con la vida.

–Todos nos automotivamos de forma innata.
–Hay gente a la que le cuesta menos. La personas más abiertas a la novedad, que toleran mejor la incertidumbre y son más extrovertidas y estables emocionalmente. Los que tienen un carácter introvertido y son menos estables emocionalmente lo tienen peor.

–Supongamos que hay dos trabajadores con el mismo sueldo, horario y condiciones laborales. ¿Por qué uno está motivado y el otro no?
–Porque uno tiene más claro hacia dónde va con ese esfuerzo y seguramente intenta ponerse objetivos retadores que le ayuden a alcanzar lo que quiere. Hay quien cree que un trabajo rutinario y no muy cualificado tiene que ser necesariamente aburrido, pero hay muchos trabajadores poniendo tornillos en una cadena de montaje que están motivados, porque se retan y perfeccionan su método de trabajo.

–¿El secreto es tener objetivos?
–Es fundamental. Alguien sin objetivos tiende a la dispersión, a la desintegración. Un objetivo te permite medir el avance en lo que estás haciendo. Pero si no tienes ninguno, pasa el tiempo y ves que no avanzas y vas cambiando de rumbo, algo falla y te sientes mal.

–Nietzsche decía que si hay un porqué encontraremos el cómo.
–Totalmente de acuerdo. Si el porqué es poderoso, el trabajo se hace. Con un porqué poderoso, uno se sacrifica y se hacen cosas insólitas. Cuanto más elevado sea el porqué, cuanto más sentido tenga lo que hago, más motivado estaré para llevarlo a cabo.

–¿Cómo podemos dotar de sentido lo que hacemos?
–Sentándonos y pensando los porqués. ¿Por qué hacemos un trabajo? La mayoría de las personas estamos sumidas en el día a día, y desde ahí no podemos tener perspectiva. No es suficiente ganar un sueldo para comer y para pagar la hipoteca, hay que buscar otras razones: el impacto social de tu trabajo o lo bien que te hacen sentir ciertas facetas de tu trabajo que están en consonancia con tus talentos.

–Usted aprendió de Victor Frankl.
–Según él, para encontrar sentido a lo que hacemos tendríamos que pensar en la trascendencia, es decir, en el impacto último que tendrán nuestras actuaciones en cuantas personas nos rodean. Y también elevar el valor de las propias actitudes: practicar virtudes como la compasión, la valentía, el sentido del humor, en circunstancias difíciles.

–¿Hay directivos de grandes empresas desmotivados?
–Sí, aunque parezca mentira. Hay muchos casos de desmotivación. Las causas no son económicas, lógicamente, sino el exceso de trabajo y la contradicción entre los valores personales y lo que acaban haciendo.

–¿Qué le aconseja al trabajador normal desmotivado?
–Dos cosas. Piensa que tu trabajo no es solamente conseguir comida y dinero para ti: estás consiguiendo muchas cosas para tu familia, tu entorno o incluso para tus compañeros de empresa.

–¿Y la segunda?
–El trabajo no tiene que ser para toda la vida. La principal razón por la que la gente está desmotivada es porque tiene interiorizado que su trabajo tiene que ser toda la vida el mismo, y eso no es verdad. El planeta es muy grande. Ningún cambio laboral supone el fin del mundo.

–Para automotivarse, ¿hasta qué punto son importantes los demás?
–No somos nada sin los demás. Pensar que uno puede estar motivado y feliz sin llevarse bien con los demás es imposible. En cualquier intercambio en el que tú intervengas con los demás, busca que la satisfacción sea mutua, que tú consigas lo que buscas y el otro también. 1+1 tendría que sumar 11. Se trata de generar sinergias. Yo solo en mi casa no llegaré muy lejos, de manera que tengo que buscar que los dos salgamos beneficiados.

Fuente: El Periodico

Enlace permanente Deja un comentario